LA ESCULTORA

LA ESCULTORA por Vera Váldor


LOCUTOR: El interior de un salón.
Lienzos, piedras, entramados.
Artistas, admiradores,
críticos y convidados.

El que fue galardonado
con el Gran Premio de Honor,
es un artista famoso,
un renombrado escultor.

Contemplando está su obra
cuando advierte la presencia
de una atractiva mujer
que mira con insistencia.

ESCULTOR: ¿Le gusta? Soy el autor

Me presento a usted, señora.
ELLA: Ciertamente que me agrada
Yo también soy escultora.

EL: ¿Cómo es que no la conozco?
¿Expuso usted alguna vez?
ELLA: Le responderé que aún no.
Talvez el próximo mes.

EL: ¿Qué tema está trabajando?
¿Algo abstracto? ¿Algo realista?
¿A qué escuela pertenece?
ELLA: Soy más bien... naturalista.

EL: ¿Qué materiales trabaja?
¿El acrílico, metales?
ELLA: Estoy usando en mi obra
materiales naturales.

EL: ¿Y qué tiempo le dedica?
¿Vive mucho en su taller?
ELLA: Yo trabajo noche y día.
Siempre. Sin desfallecer.

Es mi ritmo de trabajo.
No lo interrumpo por nada.
Continúo mi labor
aunque esté, a veces, cansada.

EL: ¿Se presentará en concurso?
¿Irá a alguna exposición?
ELLA: Mi obra merecerá
el premio a la perfección.

EL: Veo que está muy segura
de cual será el resultado.
ELLA: Mi maestro es el maestro
que mi trabajo ha guiado.

EL: ¿Qué maestro usted menciona?
¿Y su obra, qué obra es?
ELLA: Dios quiso que yo sea madre.
¡Daré a luz dentro de un mes!

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