viernes, 2 de abril de 2010

aldobventura

Saludo pascual y "Abrazo de Despedida" texto recitado por la actriz y autora

VERA VALDOR cada 2 de abril en nuestros programas radiales.



ABRAZO DE DESPEDIDA

por Vera Valdor



Sé bien, mujer, lo que te está ocurriendo. Sé que te alborotan cien incertidumbres.

Sé que sientes la crueldad de una impotencia que llena tu corazón hermoso y sano de

una agresividad que al no evacuarse, te tortura y destroza.

A tí, amada madrecita, que ayudaste a tu niño a preparar su mochila para marchar

al frente y tuviste que conservar la calma y la entereza para no estallar en llanto amargo,

llanto que provocase nuevo diluvio purificador donde fenecieran todos los responsables

de la separación de tu bebé.

A tí, que con aparente valentía de espartana colgaste una cruz del cuello de tu

criatura intentando protegerlo. A tí, que le viste arrancarse de tus trémulos brazos para

marchar hacia una posible muerte. A tí...todas las loas... A ti, madre que esperaste en

vano el regreso de tu hijo en la soledad de tu dolor y tu inquietud... ¡Bendita tú y el fruto

de tu vientre inmolado!



"No te olvides del pañuelo"

-le dice la madre a Oscar.

Habla de trivialidades

por no ponerse a llorar.



El bolso está casi lleno.

El bolso se va a la guerra.

Con el hijo -ella lo sabe-

y de pensarlo se aterra.



Trata de disimular.

Ella quiere ser valiente.

El chico tiene veinte años.

El destino se presiente.



"Come lo mejor que puedas.

Y no dejes de abrigarte"

Ya faltan muy pocas cosas.

A las cinco y media parte.



El reloj ha dado el cuarto.

Les queda ya poco rato.

Lagrimeando ella desliza

en el bolso su retrato.



"Ya que no me es permitido

acompañar a mi hijo,

mi retrato te proteja

junto a este crucifijo"



Se oye una marcha lejana...

-Mamá ¡Vamos a ganar!

Muy pronto estaré de vuelta.

No te debes procupar.



Se oye el chirrido de un freno.

Es un enorme camión

que va en busca de soldados

que defiendan la nación.



"¡Cuidate mucho, hijo mío!"

Abrazo de despedida.

Quiera el destino no sea

el último de su vida.



La madre llora en silencio.

Oscar la mira sonriente.

Lo observan sus camaradas.

Debe ocultar lo que siente.



Se aleja la humana carga.

De pie la madre, impotente,

comienza a contar las horas

para el regreso del frente.



Cuando el camión se ha perdido

detrás del atardecer,

suelta en llanto su congoja.

No sabe si ha de volver.



"¿Qué crimen he cometido?

¿Por qué me lo arrebataron?..."

No sabe la pobre madre

quiénes la guerra planearon.



Qué intereses verdaderos

utilizan a su Oscar

para hacer un buen negocio

y con su sangre lucrar.



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