I N A D A P T A D O S por Aldo Ventura.

Hay personas descontentas
con lo que pasa en el mundo.
Unas de saber exiguo.
Otras de saber profundo.

Critican de buena fe
todas aquellas acciones
que al prójimo perjudican
por una o varias razones.

Valientes acusadores
del gobierno corrompido.
censuran severamente
al tirano tan temido.

Exponen bienes y vida.
Arriesgan su bienestar
mientras los otros, prudentes,
se limitan a callar.

Sin que nada los obligue,
se atreven a denunciar
el peculado y la coima,
que otros fingen ignorar.

Respetando las creencias,
sin temor al "qué dirán",
sacan a luz los negocios
del obispo y sacristán.

Los políticos los temen
porque los tratan muy mal.
Suelen recordar promesas
de la etapa electoral.

Exponen sus opiniones
con claridad meridiana.
No les preocupa jamás
qué puede ocurrir mañana.

¡Al pan, pan y al vino, vino!
No usan ningún eufemismo.
Si el acusado es muy fuerte,
no importa. Les da lo mismo.

Suelen desenmascarar
la necedad disfrazada.
Falsos ídolos les temen
¡pues no los detiene nada!

Y adornan todos sus juicios
con su auténtica opinión.
No se dejan influir
por la ajena sinrazón.

La sociedad se defiende
de estos seres racionales.
Dice de ellos, con rencor
¡Son resentidos sociales!

Para descalificarlos,
opinan los criticados:
"No hay que hacerles mucho caso
¡a estos inadaptados!"

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