Hace poco escuché en una de las reuniones,
la discusión sobre un tema que merece reflexiones.
Se trataba de Erotismo y también Pornografía.
Pero era evidente que muy poco se sabía.
Los escritos sobre el tema se pueden clasificar
en tres zonas definidas que no permiten errar.
En la primera se ubica aquel escrito evidente
en que la pornografía obviamente está ausente.
En el otro extremo está -y con total evidencia-
pornográfico producto que impone allí su presencia.
Es en la zona intermedia -que es zona de transición-
donde ubicamos escritos que generan discusión.
Es el caso de un escrito que provoca disensiones.
Pues habrá según lector muy diversas opiniones.
En estos casos es útil definir -que es mi manía-
lo que es el erotismo y lo que es pornografía.
"Pornografía" proviene de "porne" que es "prostituta".
Y de "graphein", "escribir". Escribir sobre la puta.
Es el carácter obsceno de una obra literaria
u otra obra de arte de obscenidad palmaria.
Agreguemos que lo "obsceno" es lo que ofende al pudor.
Que con extrema torpeza del recato es ofensor.
Yo pienso que hay que añadir algo que parece justo.
Es "obsceno" aún sin sexo, todo aquello de mal gusto.
El concepto "obscenidad" suele ser muy desvirtuado.
Cuando el que así califica es mojigato o tarado.
¿Qué es "mojigatería"? Calidad de mojigato.
Que hace escrúpulo de todo y es hazañero beato.
Un "beato" es aquel -aparte lo religioso-
que siempre afecta virtud aunque sea social tramposo.
¿Y qué es la "hazañería? Lo que hace el hazañero.
Que finge escandalizarse sin motivo valedero.
Suele a veces ocultarse lo que es pornografía
bajo buen tul literario que suaviza su osadía.
Una misma circunstancia dicha en lenguaje vulgar
se transforma en obscena y difícil de aceptar.
Pasemos al "Erotismo". Canta la pasión carnal.
Pero es fácil trasponer el umbral de lo animal.
Quien incursiona por Eros debe andar con gran cuidado.
Es fácil exagerar y pasar al otro lado.
En un erótico tema no es difícil advertir
qué resultados obtuvo el que lo quiso escribir.
Si hubo estético propósito o si quiso provocar
fisiológicas reacciones que así quiso exacerbar.
Desnudez de un ser humano en lienzo o fotografía
puede ser estético hecho o vulgar pornografía.
La cuestión no es qué se muestra sino es cómo mostrar.
Si es estético o es pornografía vulgar.
Quien trata temas de amor debe emplear sutileza.
Apelar en fondo y forma a lo que es delicadeza.
Uno, entre cuatro paredes, es dueño de su accionar.
Pero no olvide el buen gusto si lo quiere relatar.
ALDO B VENTURA
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