sábado, 14 de agosto de 2010

TREPADORES SOCIALES

1. A partir de algo admitido
no ha existido ningún ser
que por propia voluntad
eligió donde nacer.

2. Si el nonato tuvo suerte
-por pura casualidad-
será talvez heredero
de ua cuantiosa heredad.

3. Si la suerte le fue esquiva
nacerá en triste sitio.
En una pobre vivienda
o talvez en un hospicio.

4. En los casos mencionados,
con alegría o lamento
de elegir vital camino
ha de llegarle el momento.

5. Él ya habrá adquirido
la suficiente experiencia.
La respectiva elección
será cuestión de conciencia.

6. Sin duda habrá observado
y lo guardará en su mente,
los diversos procederes
con que procede la gente.

7. El camino de la vida
de trabas está sembrado.
Según sea el caminante
elegirá su trazado.

8. Obstáculos del camino
necesitará sortear
sin usar una manera
elegida al azar.

9. Aquel que fue bien nacido
lo hará de modo consciente.
Tratará que su accionar
no perjudique a la gente.

10. Por contraste otras personas
se abren camino a la fuerza.
Sin que una moral cuestión
ese proceder les tuerza.

11. Estos reciben el nombre
de trepadores sociales.
Suele este proceder
ocasionar muchos males.

12. El trepador o escalante
trepa la social montaña.
Y utiliza para el fin
todo tipo de artimaña.

13. En la cima de ese monte
quien trepa quiere obtener
-sin importarle el cómo-
riqueza, fama o poder.

14. Descartando algún prejuicio
-la moral ya olvidada-
el escalante se lanza
a la meta muy soñada.

15. Abundan los trepadores
en muchas corporaciones.
En actividades laicas
y en algunas religiones.

16. En política los vemos,
en empresas del estado,
en obras gubernativas
y de carácter privado.

17. Los que en política trepan
y en medios de difusión,
a su pesar facilitan
su certera detección.

18. Porque actúan en ambientes
-para el caso es lo mismo-
donde mete las narices
la gente del periodismo.

19. El trepador no vacila.
Se abre paso a codazos.
A lo largo del camino
cae la ética a pedazos.

20. Sólo interesa llegar
pues ve que la sociedad
si él logra alcanzar la cima,
admira su habilidad.

21. Si vemos un trepador
que ostenta lujoso coche,
no envidiemos su destino.
Talvez merezca un reproche.

22. Pudo subir la montaña
usando como peldaño
la cabeza de su madre
sin importarle ese daño.

Aldo Ventura

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