NUESTROS PERROS

1. He oído muchas veces que se califica mal
la conducta de un humano tratándolo de "animal".
2. "¡Lo mataría como a un perro!" -dice alguno indignado
al referirse a conductas de algún hombre depravado.
3. Pero mucho se equivoca si equipara al animal
con un hombre o mujer en su proceder "bestial".
4. He vivido largos años y observado atentamente
la conducta de animales y también la de la gente.
5. No conocí ningún perro y tampoco ningún gato
que fumara o se drogase para pasar un buen rato.
6. No hay criminales perros que maten para robar.
No conozco ningún perro que se dedique a estafar.
7. El término "corrupción" aplicado con buen tino,
no sirve para aplicar al espécimen canino.
8. La fidelidad del can es realmente proverbial.
El hombre por dos monedas de fiel pasa a servicial.
9. Un tal Judas no era un perro -perdón si en el tema insisto-
De ser discípulo fiel pasó a denunciar a Cristo.
10. ¡Cuántos casos conocemos! Perros que al morir su dueño
se tienden sobre la tumba para compartir su sueño.
11. No los llamemos "mascotas". Pues las mascotas están
para darnos buena suerte a guisa de talismán.
12. El can no es amuleto. Seguro estoy que no yerro:
La buena suerte es tener a un amigo como el perro.
13. Recordando aquí a la muerte -talvez yo sea imprudente-
confieso que lloro a un perro mucho más que a algún pariente.

ALDO B VENTURA

F R U S T R A C I O N

1. El céfiro aleteaba dulcemente jugando con los rizos de la aurora.

Desperté de mi sueño suavemente mecido por la magia de la hora.

2. Sinfonía de trinos y colores surcaban el espacio azul del cielo.

Iniciaban temprano sus amores. Tendía con pudor la niebla un velo.

3. Un poco somnoliento todavía quise participar del regocijo.

Mas pronto recordé que no podía. Mi amada me dejo y me maldijo.

ALDO B VENTURA

¿ME ENTIENDE?

1. Hoy voy a tocar un tema que es tema de cortesía.
Algo que puede ofender si se aplica en demasía.
2. Se trata de muletilla que utiliza el orador.
Parece no darse cuenta que genera un escozor.
3. Hemos visto en muchos casos personajes que al hablar,
sin que ellos se den cuenta, producen un malestar.
4. Son esos que a cada rato adornan su locución,
cada tramo del discurso, con la frase en cuestión.
5. Y la frase es ¿Me entiende/n? dicho con toda inocencia.
No advirtiendo en ningún caso qué significa en esencia.
6. Preguntar si lo que dice es algo inteligible,
es dudar si los que escuchan tienen cerebro sensible.
7. Se justifica la frase si no es tema muy corriente,
de uso frecuente y simple para el público asistente.
8. Es el caso de un maestro intentando explicar
algún tema algo difícil de poder asimilar.
9. Si es con didáctico fin sea la frase bienvenida.
Pero no se abuse de ella pues será mal recibida.
10. Pero es inadmisible si el que habla es inferior
al nivel del intelecto de su interlocutor.
11. O si se advierte en quien habla que es muy sencillo el hablado.
Que no podría entenderlo únicamente un tarado.
12. Cuando nuestro dialoguista es pensador distinguido
y emplea la muletilla, no se dé por aludido.
13. Pero si es un animal con aires de suficiencia,
que pretende hacer pasar estupideces por ciencia,
14. a la pregunta ¿Me entiende? respondamos con modestia:
"No, señor. Yo no lo entiendo. Como usted ¡ Soy una bestia!"

ALDO B VENTURA

¿ME ENTIENDE?