domingo, 27 de junio de 2010

PASTILLAS DE ALEGRIA

Me sentí esta mañana satisfecho
con ganas de emprender algo importante.
Talvez las horas que pasé en el lecho
la causa sea de mi buen talante.

No ocurrió sin embargo nada nuevo.
Ayer tuve un problema muy candente.
El problema la noche no arregló.
La óptica cambió, es evidente.

Lo que ayer y anteayer era insoluble,
insoluble este día sigue siendo.
¿Es culpable mi espíritu voluble
que al problema distinto lo esté viendo?

No es que el tiempo al pasar amenguó el daño.
No borra Cronos estos sinsabores.
Talvez suceda transcurrido el año.
En pocas horas no se van dolores.

Estos cambios que alegran o entristecen
se deben a la química humoral.
Pues alegran la vida o la ensombrecen
vayan las cosas bien o vayan mal.

Talvez con los avances de la ciencia
se descubra la substancia algún día.
Esperemos, un poco de paciencia.
Se venderán pastillas de alegría.

Aldo Ventura

sábado, 19 de junio de 2010

ATIENDE A LO QUE SE DICE Y NO A QUIEN LO DICE

De un escritor conocido
cuyo nombre no recuerdo,
tengo en memoria este dicho
que me parece muy cuerdo.

Viendo futbol por TV
pudo llamar mi atención
un comentario que hizo
uno de la locución.

Comentó en ese momento
que un equipo del mundial
a pesar de ser muy bueno,
se desempeñó muy mal.

Y atribuyó el fracaso
del equipo perdedor
al exceso de respeto
por quien fue su vencedor.

Le temió a la camiseta
el equipo fracasado.
Olvidó mérito propio
que ya había demostrado.

El vencedor fue un equipo
que en su larga trayectoria
ha ganado más mundiales
según nos cuenta la historia.

Pero vamos al motivo
que tituló lo de ahora.
Debiera tenerse en cuenta,
recordarlo a toda hora.

Será útil recordar
el título del inicio.
Así podrá alcanzar
más acierto nuestro juicio.

Vemos personalidades
-inclusive algún genio-
que incurren en disparates
carentes de todo ingenio.

Si el que habla es muy famoso
profesor de astronomía,
puede cometer error
al hablar de geografía.

Mas por respeto a su fama
ninguno lo contradice.
Nadie se atreve a enmendar
lo que aquel famoso dice.

Si afirma sabio famoso
que lo redondo es cuadrado,
aunque el sabio sea famoso
el sabio está equivocado.

Este respeto excesivo
data de lo medieval.
Retrasó las disciplinas,
aún en el mundo actual.

Venga de quien venga el dicho
se ha de juzgar su verdad.
Prescindiendo si el que dice
es un ser de calidad.

La publicidad utiliza
esta forma del engaño.
Puede anunciar un famoso
algo que puede hacer daño.

Olvidemos quien lo dice.
Del dicho vaya a su esencia.
Analicemos lo dicho
del autor con prescindencia.

Pues no es muy extraño el caso
que un dicho muy acertado,
sea en muchas ocasiones
dicho por algún tarado.

Aldo Ventura

domingo, 6 de junio de 2010

EL TAPADO DE VISON


Invito a visitar el blog dedicado a la actriz y autora VERA VALDOR
que incluye sus textos y fotografias :

http://aldo-ventura.blogspot.com


EL TAPADO DE VISON

(Inspirado por un texto de una revista italiana hace muchos años)

-¿Que no te alcanza la plata?
¡Ya conozco ese sermón!
¡Basta de excusas! ¡Yo quiero
mi tapado de visón!

Esta que así protestaba
se llama María Lucía.
Está casada con Luis,
profesor de Astronomía.

Es mujer algo coqueta
y ya lo tiene cansado.
Tiene muchos pero quiere
tener un nuevo tapado.

¡Y lo quiere de visón!
El marido tiene plata.
Mas no le gusta tirarla.
Y ella sigue con su lata:

-No creas que está tan caro.
Lo vi en liquidación.
¡Todas mis amigas tienen!
No perdamos la ocasión.

El marido, ya muy harto,
pensó en irse de su casa.
Mas se le ocurrió ua idea
y fueron a la terraza.

-¿Què te parece, querida,
el cielo y su inmensidad?
¡Qué poca cosa que somos!
¿Para qué la vanidad?

El astrónomo empezó
a describir las estrellas.
Dijo que estaban lejanas,
que eran muchas y muy bellas.

-Querida, reflexioná
en esta noche serena.
El hombre en este planeta
es sólo un grano de arena.

Nuestro planeta es un punto.
Por el sol es arrastrado.
Y el sol es sólo una estrella
entre miles olvidado.

¡Miles y miles de estrellas
a distancia sideral!
¡Y ve apenas una parte
el pobre hombre mortal!

El universo infinito...
De grandeza ilimitada...
Frente a esto ¿Qué es el hombre?
En verdad... No somos nada...

Ante tal imensidad
¿Vos que sentís, mi querida?
¿No te sentís apocada
y muy empequeñecida?

¿No cree, mi querida esposa,
que ante este mundo infinito,
cualquier cosa de esta tierra
ni siquiera vale un pito?

-Todo eso puede ser.
Puede que tengas razón.
Pero a mí sólo me importa
¡El tapado de visón!

Aldo Ventura